CUBIERTAS ONDULADAS.CIUDAD DE LA CULTURA.


El edificio del Museo de la Historia e Galicia tiene una altura de 52 metros y una cubierta,con una pendiente vertiginosa de 60º que llegua hasta el suelo. Realizar este tipo de cubierta tan inclinada ha supuesto un reto importante por su dificultad técnica y de ejecución.
La propuesta elegida para llevar a cabo este proyecto, fue la presentada por el arquitecto norteamericano Peter Eisenman al concurso internacional de arquitectura convocado por la Xunta de Galicia en el año 1999, por su singularidad conceptual y plástica y por su excepcional sintonía con el lugar.

Estos nuevos centros culturales con más de 265.000m2 están situados en el Monte Gaiás, una pequeña colina al este de Santiago con una superficie aproximada de 70 hectáreas, en un ámbito de singulares valores paisajísticos que constituye un excepcional mirador sobre la ciudad, servirán como lugares de estudio e investigación, foros de debate y exposición de las muestras representativas del sector artístico, al tiempo que acogerán congresos, seminarios, conferencias y proyecciones, empleando las técnicas y soportes más modernos.
Este ambicioso proyecto, realizado por Peter Eisenman, simboliza las cinco calles más emblemáticas del peregrinaje español, en el cual el arquitecto norteamericano ha querido hacer una réplica de las cinco calles del centro de la ciudad que conducen hasta la Catedral de Santiago de Compostela. El diseño de este emblemático complejo de edificios, emerge de una superposición de tres capas de información: la planta urbana de Santiago medieval, el mapa topográfico del Monte Gaiás y una grilla cartesiana.

Una malla tridimensional generada por ordenador a partir de dichas tramas configura una superficie curvada que cae sobre la cima de la colina.
En este manto calado en varias partes, fondo y figura, llenos y vacíos se funden en una composición ambigua y paradójica que parece conectar los dos extremos: la espontaneidad de la ciuda medieval y el racionalismo absoluto del ordenador, creando una forma espontánea pero artificial, la cultura y la ciudad.

Una obra de semejantes dimensiones ,cuyo diseño pretende convertirse en un nuevo símbolo para Galicia y a tenido que cuidar al máximo la calidad de los materiales empleados.
La impermeabilización de las cubiertas onduladas constituye el reto más importante del proyecto, apostando por un sistema vanguardista en el mundo de la impermeabilización.
Por la singularidad de las formas, una simple lámina asfáltica no sería suficiente, ya que la multitud de pilares metálicos, los desagües, los remates de la fachada y la diversidad de los materiales que componen la cubierta, no garantizaría la estanqueidad.
El procedimiento del sistema consta de dos partes:
Imprimaciones en base poliuretano y proyección final de una membrana de poliuretano dicomponente de alta reactividad.

1º Se le aplicó unas imprimaciones en base poliuretano diferentes, dependiendo del soporte donde se apliquen.
2º Se le proyectó una membrana dicomponente que al proyectarse sobre la superficie presentó una alta adherencia al soporte.
Así se crea una membrana continua de gran elasticidad que puentea fisuras y tiene una elevada resistencia a la atracción.

Esta se adapta a todas las irregularidades de todas las superficies, además de ser muy resistente a la abrasión y reacción química.
La temperatura de aplicación es entre 60º y 70ºC, es un producto transportado por separado en mangueras calefactadas y la mezcla final se hace en la pistola de proyección dosificada automáticamente.