Edificio CCTV en Pekín

El rascacielos, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas y el alemán Ole Scheeren, del estudio Office for Metropolitan Architecture (OMA), con sede en Rotterdam, tiene 54 plantas y 234 metros de altura (similar a la Torre Sacyr de Madrid) y con sus 464.500 metros cuadrados es uno de los más grandes construidos en la Historia.

Koolhaas es un arquitecto que proyecta edificios de clara consistencia física, en los que la masa adquiere un carácter predominante.

El edificio se compone de dos torres en forma de L unidas en la cima y en la base en un ángulo formando una especie de lazo.

La estructura del edificio fue un desafío para los contratistas de la ingeniería, que tuvieron que diseñar un plan de construcción para las dos torres apoyadas en 60°.

Los ingenieros tuvieron que considerar la estabilidad del edificio en cada fase de la construcción, y diseñar una estructura de tubo para soportar la inclinación de las torres durante su desarrollo antes de que fueran conectadas y equilibradas mutuamente.

El sistema de exoesqueleto de tipo Diagrid fue aprobado para su implementación en la cara externa del edificio para conseguir una estructura de tubo que resistiese a la gravedad y otras fuerzas laterales. La colocación de las columnas y los tubos en diagonal refleja la distribución de las fuerzas en la superficie exterior del edificio.


Las torres fueron construidas en las esquinas diagonales opuestas de una plaza con una dimensión de planta de 160 metros por 160 metros y unidas por un podio en forma de L. Finalmente se unieron en lo alto por un puente en L paralelo al átrio.

La construcción del edificio representa todo un desafío estructural porque cuenta con cerca de 40.000 elementos estructurales, y sobre todo porque se encuentra en una zona sísmica.