ESPECIES de ESPACIOS de Belén García


El Espacio, conformado por espacios, que a la vez se dividen en espacios, cuyos espacios están dotados de pequeños espacios, habitan espacios para cubrir las necesidades de otros espacios, cuyos espacios neurológicos demandan ese espacio constituido por otros espacios que se subordinan a una escala mayor del espacio que funciona espacio tras espacio avanzando hasta desconocer el gran espacio, el Espacio.
Cuanto más se reduce un espacio más nos pertenece, véase en la evolución de entornos que Georges Perec desarrolla en la obra, desde la propia página que se escribe con la inherente letra del autor impregnada por sus pensamientos, pasando por la cama (lugar íntimo) , el apartamento, el inmueble, la calle (lugar de todos) , la ciudad, el país, el mundo, el universo...
Nuestro espacio se adapta a los, llamémoslo, superespacios, manteniéndose una relación reciproca en la que estos se constituyen en base a los pequeños espacios de nuestras necesidades.
Por una parte, encontramos el espacio natural, que es aquel creado por la evolución de la Tierra, el sistema solar, el universo. Es el espacio más perfecto, donde todas las funciones se complementan y crean la vida.
Por otro lado, el espacio artificial, creado por el hombre, en el cual nos centraremos.
Todo está subordinado a nuestras necesidades intrapersonales, desde el espacio del subconsciente donde se reprimen éstas, pasando por el espacio de los sueños donde esas necesidades se sacian, hacia el estado consciente donde es capaz de realizarlas. Así, para poder hacerlas físicas, se les determina una función la cual requiere un espacio.
Pero, para entender esa dimensión, el hombre busca unos límites. ¿Existe una función sin límites? ¿Un espacio sin límites? El ser humano siempre se ha empeñado en delimitar un lugar para entenderlo, y cuando no se encuentran estos confines, se pierde, se inquieta, investiga hasta obtener hipótesis, no es capaz de entender un espacio sin espacio.
Así pues, éste construye un mundo para sus funciones vitales. Toda necesidad demanda unos límites, por consiguiente, se crean espacios con diferente función, la cual necesita una envoltura y unos sistemas de distribución para ser ordenadas, una comunicación para la transición de espacios... entonces, el hombre, inquieto, construye sus espacios dando lugar a lo que llamamos, arquitectura.
La arquitectura es la capacidad de construir espacios en la que la forma sigue la función que éste va a recibir.
Se construye según las funciones y relaciones sociales, pasando por la "construcción" territorial, el urbanismo de las ciudades, hasta la cáscara mas íntima donde el humano realizará sus funciones vitales, el edificio.
La ambición humana se ha guiado siempre buscando un confort máximo, y es por ello que la arquitectura evoluciona continuamente buscando las mejores soluciones.
A ésta se la dota de pequeños espacios que reciben diferentes funciones: función soporte, función cerramiento, función distribución, función acondicionamiento... las cuales crean sus propios espacios para recibir a los elementos que van a conformar esas funciones: sistemas estructurales, como vigas y pilares, materiales, redes técnicas, instalaciones. Todos los elementos disponen de su espacio dentro del espacio, y su coordinación crea los espacios habitables por el hombre, para el cual, el espacio artificial existe.
Así mismo, todos los elementos tienen su espacio temporal en la historia, por mucho que desaparezcan, el espacio no se destruye, se transforma. Dejan rastro, influencias en el resto de los espacios que funcionan de manera recíproca. Es igual que los recuerdos personales, nunca se olvidan, siempre tendrán su espacio en el subconsciente. Los recuerdos se pueden esconder, intentar olvidar, ocultar, al igual que los espacios no transitables se pueden tapiar, son los espacios ocultos los que dan forma a la personalidad, al espacio habitable, sin embargo, el hombre pretende olvidar su existencia. Para entender el mundo, hay que abrir los espacios, entender que no es sólo uno, si no la subordinación de otros tantos. Al igual que Sigmund Freud consigue descubrir a las personas atravesando capa a capa cada uno de sus recuerdos hasta alcanzar el subconsciente, artistas como Gordon Matta Clark descubren la arquitectura diseccionándola para entender hasta que punto ésta funciona.
Llamémosle psicología, llamémosle construcción. Al final, todo interacciona y resulta ser lo mismo a diferente escala. El espacio artificial es aquel que el hombre crea en base a sus necesidades, éste espacio es la recreación de su cuerpo a una escala mucho mayor, el cuerpo físico, el edificio; el cuerpo sensorial, el espacio para habitar.