ESPECIES de ESPACIOS por Isabel Vinuesa

¿Qué es el espacio?


Yves Klein, en torno al año 1958, hace un intento de aprehender el vacío, de escenificar la ausencia. Para ello deja las paredes de la Galería Iris Clert en París sin nada. Se percata entonces de que el vacío, de la misma forma que el espacio, solo aparece cuando se delimita y que su propia existencia está ligada a la delimitación.


Por tanto, ¿Espacio es todo lo que tiene un límite?


Si pensamos en límites como elementos configuradores del espacio, la variedad es infinita, inabarcable. Espacios habitables en los que prima el satisfacer unas necesidades, espacios funcionales, espacios para aprender…


Esos espacios, en cierto modo impersonales, se configuran como propios o se individualizan cuando se vinculan a las experiencias en ellos vividas y se pueblan de elementos que hacemos necesarios en nuestra vida según carácter y forma de ser.



“… conocíamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en París, cada tarjeta postal abriendo una ventanita Braque o Ghirlandaio o Max Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones…”(Julio Cortázar. Rayuela. p13)


Las experiencias y objetos que mencionábamos pueden hacer surgir otros límites, no físicos pero si conceptuales. La memoria, el recuerdo, la imaginación, la creatividad… Estos nuevos límites dan lugar, a su vez, a otro tipo de espacio.

El espacio creativo y el espacio evocado podrían ser ejemplos, siendo importante en ellos el factor tiempo como comienzo y final de las experiencias vividas en la realidad cotidiana del hombre.


Además de esos límites físicos y conceptuales, ¿Podríamos considerar límite a algo que en apariencia es puro artificio?, ¿Podríamos relacionar algo tan intangible e inexplicable como los efectos lumínicos con límites generadores de espacio?.


Según las palabras de Jun’ichiro Tanizaki en El Elogio de la Sombra, cuando describe un toko no ma y los juegos de luces y sombras usados en ellos, podríamos decir que sí.

“Yo mismo, cuando era niño, si aventuraba una mirada al fondo del toko no ma de un salón o de una biblioteca donde nunca llega la luz del sol, no podía evitar una indefinible aprensión, un estremecimiento. Entonces, ¿Dónde reside la clave del misterio?... Mirándolo bien no es sino la magia de la sombra; expulsad esa sombra producida por todos esos recovecos y el toko no ma recuperará su realidad trivial de espacio vacío y desnudo. Porque ahí es donde nuestros antepasados han demostrados ser geniales: a ese universo de sombras, que ha sido deliberadamente creado delimitando un nuevo espacio rigurosamente vacío, han sabido conferirle una cualidad estética superior…” (Tanizaki. El Elogio de la Sombra. Pp. 49 y 50).

Por tanto, el espacio en su totalidad podría ser definido como un conjunto de múltiples subespacios al que solamente podemos aproximarnos analizando los fragmentos, según George Perec en Especies de Espacios.

Perec, en su intento de análisis, describe algunos de esos fragmentos con un factor común; el de constituir el medio del hombre, al que el propio ser humano intenta definir para poder aprehenderlo pero, a su vez y teniendo en cuenta que, esas parcelaciones, no llegan a constituir una totalidad espacial.

“Los espacios se han multiplicado, fragmentado y diversificado. Los hay de todos los tamaños y especies, para todos los usos y todas las funciones. Vivir es pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse.” (George Perec. Especies de Espacios. P.25)